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Empezar¿Qué es la fobia a volar (aerofobia)?
El miedo a volar es una sensación de temor irracional e intenso que muchas personas sienten al pensar en viajar en medios aéreos como aviones o helicópteros. En algunos casos, este miedo puede ser tan abrumador que llega a impedirles subir a estos vehículos, pese a que se trate de formas seguras y eficientes de transporte. Aunque cada individuo lo experimenta de manera distinta, es común que esta fobia genere una fuerte ansiedad anticipatoria, incluso cuando el viaje es necesario o se desea realizar.
En esta fobia, la persona percibe el vuelo y la propia aeronave como situaciones de peligro, temiendo todo el proceso que implica. Este miedo no solo puede surgir durante el vuelo, sino también antes de embarcar, mientras espera en el aeropuerto, e incluso al leer o escuchar noticias sobre aviones. La anticipación de cualquier aspecto relacionado con volar puede generar una gran ansiedad, haciendo que toda la experiencia sea angustiosa.
Si analizamos la evolución de la humanidad, podemos ver que volar es una experiencia relativamente nueva para nosotros. La fobia a volar comenzó a cobrar importancia tras el primer accidente aéreo, en los inicios de la aviación. De hecho, el primer caso documentado de miedo a volar se registró durante la Primera Guerra Mundial, cuando el uso de aviones se hizo más común y se comenzaron a difundir noticias sobre accidentes y peligros asociados a este medio de transporte.
Al principio, este miedo se consideraba razonable, pero con el tiempo, a medida que se recopilaban datos sobre accidentes y peligros en los vuelos, empezó a volverse irracional. Así fue como se comenzó a clasificar entre las fobias, lo que llevó a los expertos en salud mental a prestar atención a este fenómeno. Con el avance de la aviación y la mejora de las medidas de seguridad, la percepción del riesgo se ha desajustado, haciendo que muchas personas sientan un temor desproporcionado al volar.
¿Cuáles son las causas del miedo a volar?
Se cree que el desarrollo de la fobia a volar está influenciado por una combinación de factores evolutivos, genéticos y ambientales. Estos elementos interactúan entre sí, contribuyendo a la manifestación de este miedo. Por un lado, los factores evolutivos pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles a temer situaciones que perciben como peligrosas. Por otro lado, las experiencias personales, el entorno familiar y los antecedentes de ansiedad pueden intensificar esta fobia, convirtiéndola en un desafío para quienes la padecen.
Factores evolutivos
Según la teoría del inconsciente colectivo de Carl Jung, la fobia a volar podría estar vinculada al miedo a las alturas (acrofobia), un temor que se ha desarrollado a lo largo de la evolución. Jung sugiere que ciertos miedos y experiencias se transmiten de generación en generación a través del inconsciente colectivo, lo que podría explicar por qué muchas personas sienten ansiedad al volar. Este temor a las alturas puede ser una respuesta instintiva, ya que, en nuestros antepasados, caer desde grandes alturas representaba un peligro real y potencial para la supervivencia. Así, el miedo a volar podría ser una manifestación moderna de este instinto primario.
Factores genéticos
Los factores genéticos que nos predisponen a la ansiedad también pueden influir en el desarrollo de diferentes fobias, incluido el miedo a volar. Algunas personas pueden heredar características que las hacen más propensas a sentir ansiedad en situaciones estresantes. Además, el miedo a las alturas, que tiene raíces evolutivas, también puede transmitirse genéticamente. Esto significa que, a lo largo de generaciones, algunas personas pueden haber heredado una mayor sensibilidad a situaciones que consideran peligrosas, como volar en un avión. Todo esto contribuye a que muchas personas experimenten fobia a volar.
Las personas que padecen miedo a los espacios cerrados o fobia social pueden evitar volar por el temor que sienten tanto a las alturas como a estar en un lugar cerrado y abarrotado. Para ellas, el avión puede resultar una situación especialmente angustiante, ya que se ven atrapadas en un espacio reducido y, al mismo tiempo, a gran altitud. Esta combinación de miedos puede intensificar su ansiedad y hacer que la idea de volar sea aún más difícil de enfrentar.
Factores ambientales
Una de las causas más comunes de la fobia a volar es la percepción de que los aviones y la experiencia de volar son peligrosos. Esto se ve agravado por la información errónea que circula sobre la seguridad del transporte aéreo. Muchas personas tienden a sobrestimar los riesgos asociados a volar, a menudo basándose en relatos de accidentes o en representaciones sensacionalistas en los medios. Esta falta de comprensión sobre la seguridad real de la aviación puede alimentar sus miedos y hacer que volar se convierta en una experiencia aterradora.
Esta percepción del peligro puede afectar tanto a quienes nunca han volado como a aquellos que, habiendo tenido experiencias previas en avión, desarrollan una fobia con el tiempo. Entre las malas experiencias y noticias relacionadas con los vuelos que pueden alimentar este miedo se incluyen:
- Experiencias de turbulencias severas
- Despegues y aterrizajes bruscos
- Riesgo de transmisión de enfermedades en un espacio cerrado
- Noticias sobre accidentes aéreos
- Noticias sobre terrorismo
Las personas que han tenido una mala experiencia en un avión pueden desarrollar miedo a volar. Asimismo, si un ser querido ha vivido un momento traumático durante un vuelo, esto también puede actuar como un desencadenante. Además, gracias al aprendizaje social, la ansiedad relacionada con los vuelos puede surgir incluso en quienes nunca han volado. Ver la angustia de otros o escuchar relatos sobre experiencias negativas puede hacer que esas personas sientan temor, aunque no hayan vivido la situación directamente. Esto demuestra cómo nuestras emociones y miedos pueden verse influenciados por las experiencias de los demás.
¿Cuáles son los síntomas?
Las personas con miedo a volar pueden experimentar los siguientes síntomas de ansiedad o pánico antes o durante el vuelo:
- Sudoración excesiva (hiperhidrosis)
- Temblores
- Mareos o sensación de desmayo
- Dificultad para respirar (disnea)
- Palpitaciones
- Náuseas
- Malestar estomacal
Estos son síntomas típicos de una situación de miedo. En algunos casos, también pueden aparecer ataques de pánico, gritos o comportamientos incontrolables durante el vuelo.
Muchas personas con fobia a volar adoptan ciertos comportamientos para evitar o reducir el miedo. Por ejemplo, algunos prefieren sentarse en el pasillo en lugar de en la ventanilla para estar más cerca de la salida, o realizan rituales antes y durante el vuelo para sentirse más seguros.
¿Cómo superar el miedo a volar?
Las personas con fobia a volar suelen preguntarse si este miedo tiene tratamiento, si puede desaparecer o qué se debe hacer para superarlo.
Al analizar las causas del miedo a volar, se observa que la información errónea sobre la seguridad del vuelo tiene un papel importante. Por eso, obtener información correcta y hablar con personas que sepan del tema puede ser un paso clave para superar la fobia.
Los estudios científicos muestran que el riesgo de muerte en un vuelo es de 1 entre 52,6 millones, lo que demuestra que volar es una de las formas más seguras de viajar.
Aun así, el simple hecho de acceder a esta información puede no ser suficiente para eliminar el miedo. Recibir apoyo de un profesional y someterse a un tratamiento terapéutico es, en muchos casos, la mejor manera de superar la fobia a volar.
Terapia de exposición en el tratamiento de la fobia a volar
La terapia de exposición es el método más efectivo para tratar las fobias. Este enfoque consiste en enfrentarse de manera gradual y segura a la situación que provoca miedo. Se comienza con la situación que genera menos temor y, poco a poco, se avanza hacia escenarios más desafiantes. A medida que la persona se expone a estas situaciones, se trabaja en reducir las reacciones fóbicas, como el miedo intenso o la necesidad de huir. En muchos casos, este proceso puede llevar a eliminar por completo estas reacciones, permitiendo que la persona recupere la confianza y se sienta más cómoda al volar.
En la fase inicial de esta técnica, que forma parte de la terapia cognitivo-conductual, la persona comienza imaginándose a sí misma en un avión y visualizando las situaciones que le generan miedo. Al repetir esta visualización varias veces, se va acostumbrando a la idea y su miedo comienza a disminuir. Este proceso ayuda a desensibilizar a la persona ante la situación temida, permitiéndole enfrentarla con mayor tranquilidad y reduciendo la ansiedad asociada. Con el tiempo, la visualización se convierte en un primer paso efectivo hacia la superación de la fobia.
En las fases más avanzadas de la terapia, la persona puede comenzar a visitar el aeropuerto, subirse a un avión sin despegar y, finalmente, realizar un vuelo real. El objetivo principal de este proceso es que la persona deje de evitar la situación y se acostumbre a ella. A través de estas experiencias graduales, se busca que el individuo adquiera confianza y reduzca su ansiedad, hasta que volar se convierta en una actividad más manejable y menos amenazante. Al enfrentar progresivamente sus miedos en un entorno controlado, la persona puede aprender a gestionar sus reacciones y disfrutar de la experiencia de volar..
EMDR en el tratamiento de la fobia a volar
Otra técnica que se utiliza para tratar fobias es la terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares). El objetivo de este método es desensibilizar los recuerdos traumáticos mediante una estimulación bilateral del cerebro. Durante el proceso terapéutico, se busca eliminar los comportamientos de evitación y los rituales previos y durante el vuelo.
Aunque estos comportamientos de evitación pueden reducir la ansiedad a corto plazo, no resuelven el problema de fondo, por lo que el miedo persiste a largo plazo.
Puedes descargar la aplicación de Hiwell Online Therapy y empezar tu proceso terapéutico con terapeutas expertos, eligiendo el método que mejor se adapte a ti entre las opciones disponibles para tratar la fobia a volar, como EMDR, terapia cognitivo-conductual y terapia de exposición.
Sources
- Çetingüç, Aviation and Space Psychology, Nobel Publications, 2020, 137-177.
- Aviation, Aerospace Engineering Profession Main Commission, Air Transport Accidents with Statistics, Journal of Engineers and Machines, 48-566.
- Oakes,M., Bor,R., (2010), The psychology of fear of flying (part I): A critical evaluation of current perspectives on the nature, prevalence and etiology of fear of flying. Travel Medicine and Infection Disease. 8(6): 327-338.
- Van Gerwen LJ, Spinhoven P, Diekstra RF. People who seek help for fear of flying: typology of flying phobics. Behavior Therapy 1997,(28):237-251.