¿Qué Es El Optimismo? ¿Quién Es Una Persona Optimista?

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¿Qué significa ser optimista?

La palabra “optimismo” proviene del latín optimum, que significa “lo mejor”. A través del francés, este término llegó a nuestro idioma con el sentido de confiar en que las cosas acabarán saliendo bien. De ahí surge “optimista”: aquella persona que afronta la vida con una mirada positiva1.

A lo largo del tiempo, tanto la filosofía como la psicología han abordado el optimismo desde distintas perspectivas. Desde el punto de vista filosófico, ser optimista implica creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles, donde el bien siempre termina prevaleciendo sobre el mal. Filósofos como Platón, Descartes o Leibniz defendían esta idea de un mundo ideal, en el que lo bueno acaba triunfando2.

En psicología, sin embargo, el optimismo se entiende como un rasgo de personalidad. Es esa tendencia a fijarse en el lado positivo de las cosas, a esperar que el futuro traiga cosas buenas, y a mantener la confianza incluso cuando las cosas se complican.

Una persona optimista no niega los problemas, pero tiende a verlos como temporales y manejables. Es alguien que, en general, se inclina por ver el vaso medio lleno3.

¿Cómo son las personas optimistas?

Si observamos con atención a las personas optimistas, veremos que tienen una forma muy particular de mirar el mundo. Suelen ver oportunidades donde otros ven obstáculos, y no pierden la esperanza con facilidad. Para ellas, “ver el lado bueno de las cosas” no es solo una frase hecha, sino una actitud real ante la vida.

Estas son algunas de las señales que suelen caracterizar a una persona optimista:

  • Confían en que el futuro traerá cosas buenas.
  • Tienden a fijarse primero en los aspectos positivos, antes que en los negativos.
  • Son alegres, creativas, con energía y orientadas a buscar soluciones.
  • Ven los problemas como situaciones pasajeras, no como algo permanente.
  • Saben cómo animarse a sí mismas y también a quienes tienen cerca.
  • Suelen ser personas sociables y comunicativas.
  • Transmiten calma y no se dejan arrastrar fácilmente por el estrés.
  • Aunque vivan momentos difíciles, no pierden su ánimo ni su esperanza.
  • No generalizan; entienden que un problema puntual no define toda su vida.
drawing of an optimistic adult male

Como hemos comentado, las personas optimistas suelen confiar en sí mismas y en lo que la vida les depara. En su día a día, tanto en lo personal como en sus relaciones, tienden a interpretar lo que les ocurre desde una mirada positiva y a actuar en consecuencia.

El otro lado de la moneda: los pesimistas

En la naturaleza todo existe con su contrario: la luz con la oscuridad, el bien con el mal. Y en este caso, lo opuesto al optimismo es el pesimismo.

Las personas pesimistas, en muchos aspectos, son justo lo contrario de las optimistas. Suelen fijarse en lo negativo, tender a culparse a sí mismas o al entorno por los problemas, y viven con más estrés y menos esperanza que los optimistas4.

Volviendo al clásico ejemplo del vaso con agua hasta la mitad, el pesimista diría: “Este vaso está medio vacío”. Así como el optimismo y el pesimismo se entienden como blanco y negro, esta diferencia tiene mucho que ver con cómo cada persona interpreta la vida3.

Mientras que alguien pesimista se centra en lo que falta o en lo que va mal, una persona optimista busca lo que puede salir bien. Ahora bien, ver el mundo desde una mirada positiva también tiene sus pros y sus contras.

Ventajas y desventajas de ser optimista

Ventajas del optimismo

No es de extrañar que esta actitud positiva traiga consigo muchos beneficios en el día a día de quien la practica:

  • Las personas optimistas suelen vivir de forma más relajada, alegre y con mayor esperanza en el futuro.
  • Rasgos como la alegría, la motivación, la energía o el menor nivel de estrés tienen un efecto muy positivo incluso en la salud física. No es raro ver que quienes tienen una actitud optimista suelen estar físicamente sanos.
  • El buen humor y la serenidad de los optimistas también se contagian a quienes les rodean.
  • Estar cerca de alguien optimista facilita las relaciones. Muchas veces, esta actitud abierta y positiva los convierte en personas más sociales e integradas en su entorno.

Desventajas del exceso de optimismo

Cuesta pensar que algo tan positivo como el optimismo pueda tener inconvenientes, pero como todo en la vida, lo ideal es encontrar un equilibrio entre una mirada positiva y una visión realista. Aunque los optimistas no viven en las nubes ni son ajenos a la realidad, es importante que no pierdan de vista ciertos matices5.

Estas son algunas de las posibles desventajas de un optimismo desmedido:

  • El exceso de confianza puede rozar la arrogancia, especialmente cuando se mezcla con un ego demasiado inflado.
  • Un optimismo exagerado puede hacer que una persona se desconecte de la realidad y no tome responsabilidades. Por ejemplo, alguien que da por hecho que le irá bien en un examen quizá no estudie lo suficiente.
  • El deseo de ver siempre lo mejor puede hacer que se sobreestimen los beneficios de una decisión, ignorando sus posibles riesgos.
  • La confianza excesiva en que todo saldrá bien puede llevar a tomar decisiones arriesgadas en temas importantes como el dinero, las relaciones o el trabajo.

Igual que el optimismo tiene sus luces y sombras, lo mismo ocurre con el pesimismo. Ambos son extremos de un mismo eje, y la mayoría de nosotros nos movemos entre ambos según la situación o el momento vital en el que nos encontremos.

El impacto del optimismo en la salud mental

Numerosos estudios demuestran que mantener una actitud optimista tiene efectos muy positivos tanto en la salud mental propia como en la de quienes nos rodean:

  • Como ya hemos mencionado, los optimistas tienden a mantener un estado de ánimo más estable y positivo, lo que favorece su bienestar emocional.
  • Las investigaciones destacan que sus actitudes suelen ser esperanzadas, abiertas y con una aceptación activa de la vida, lo cual repercute directamente en su bienestar general6.
  • Esperar cosas buenas, confiar en uno mismo, y saber que los problemas no duran para siempre, influye de forma positiva en el estado de ánimo.
  • Son menos propensos a sentimientos como la desesperanza, la tristeza profunda o la desmotivación7.
  • El uso de estrategias de afrontamiento eficaces y adaptativas es clave para mantener una buena salud mental. Aunque el optimismo por sí solo no resuelve todos los problemas, sí ayuda a enfrentarlos con más recursos3, 8.

Además, sigue investigándose si el optimismo puede tener un papel protector frente a trastornos mentales concretos como los del estado de ánimo o la ansiedad9.

¿Se puede aprender a ser optimista?

Viendo todas las ventajas psicológicas, físicas y sociales del optimismo, es lógico preguntarse: “¿Y si yo no soy así, puedo aprender a serlo?”.

La buena noticia es que sí. La actitud optimista no es exclusiva de quienes nacen con ella. Con consciencia, práctica y un poco de trabajo personal, es posible cultivar una mirada más positiva hacia la vida. ¿Y cómo se hace eso? Vamos a verlo…

an optimistic hand and stars

El primer paso para cultivar una actitud más optimista es tomar conciencia de cómo reaccionamos ante los problemas o desafíos que se nos presentan. Observar nuestra forma de afrontar esas situaciones y detectar cuál es nuestra actitud predominante ante la vida puede darnos muchas pistas para empezar a cambiar.

Una vez tenemos esa conciencia, es útil identificar pequeños pasos que nos ayuden a desarrollar el optimismo en distintas áreas de nuestra vida. A veces, un cambio de comportamiento, por pequeño que sea, si lo repetimos con constancia, puede convertirse en un hábito y transformar poco a poco nuestra manera de ver el mundo.

Como todo en la vida, el optimismo también pierde su valor cuando se lleva al extremo. En lugar de ayudarnos, puede acabar perjudicándonos10. Por eso, si decidimos adoptar una actitud más optimista, es importante recordar que el verdadero objetivo es encontrar un equilibrio saludable.

Ahora bien, si sentimos que nuestras expectativas sobre la vida son siempre negativas, si el pesimismo ha tomado el control, si la desesperanza nos impide hacer cosas tan básicas como trabajar, relacionarnos o cuidar de nosotros mismos, es importante saber que se puede pedir ayuda. Con apoyo profesional es posible recuperar la esperanza y volver a mirar el futuro con ilusión.

References

  1. İyimserlik, Vikipedi.
  2. Domino, B. & Conway D. W. 2001, Optimism and pessimism from a historical perspective, Part 1, pages 13-30.
  3. Carver, C.S. et al, 2010, Optimism, Clinical Psychology Review, pages 879-889.
  4. Chang, E.C. & Farrehi, A. S. 2001, Optimism/pessimism and information-processing styles: can their influences be distinguished in predicting psychology adjustment? Personality and Individual Differences, pages 555-562.
  5. Lipkus, I.M. et al, 1993, Do optimist distort their predictions for future positive and negative events? Personality and Individual Differences, pages: 577-589.
  6. Extremera, N. Et al, 2007, Perceived emotional intelligence and dispositional optimism-pessimism: Analyzing their role in predicting psychological adjustment among adolescents, Personality and Individual Differences, pages 1069-1079.
  7. Andersson, G. 1996, The benefits of optimism: A meta-analytic review of life orientation test, Personality and Individual Differences, pages 719-725.
  8. Nes, L. S. Et al, 2016, Dispositional Optimism and Coping: A Meta-Analytic Review, SAGE journals.
  9. Plomin, R. 1992, Optimism, pessimism and mental health: A twin/adoption analysis, , Personality and Individual Differences, pages 921-930.
  10. Scheier, M.F. et al, 2001, Optimism, pessimism and psychological well-being, American Psychology Association, pages 189-216.
*Los artículos de nuestro sitio no brindan asesoramiento médico y tienen solo fines informativos. No se puede diagnosticar un trastorno basándose en los artículos. Un trastorno sólo puede ser diagnosticado por un psiquiatra.

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